Si se trata de entradas progresivas, tanto de instrumentos como en su sonoridad, The Black Keys no destaca mucho. En líneas generales han pasado de sonidos simples pero rugidos a una elaboración más concisa, pero sin perder sus zapatos. Aun así, a medida que han pasado los años, la armonía ha evolucionado a tal punto de incluir no solo guitarra y batería, si no que bajo y teclados. A primera escucha puede parecer clásico y sin mucha innovación, pero la magia ocurre en los timbres puros de los instrumentos usados en “Weight of Love” del disco “Turn Blue” del año 2014. Es evidente que no solo es una evolución en la incorporación de capas de instrumentos, sino que también en los efectos, que dejan atrás el característico garage rock o blues rock, para ahondar en el rock psicodélico.

De partida son dos minutos y medio de introducción, donde el cambio es impactante. La psicodelia entra por tus oídos y, al igual que el humo de un buen caño, se te mete en la sien para impregnarse hasta el final de los solos de guitarra. Mientras la voz canta, el bajo guía sin inquietud hacia el centro de la canción. Las guitarras, a pesar de que solo marcan los pasajes rítmicos, son las que incendian todo alrededor, gritando por segundos para dejar entradas templadas. Esto lo acompaña con la atmósfera del sonido clásico de los teclados de los 60’s siempre tan presentes en tu inconsciente. La duración de la canción y su final son electrizantes como dicha época. Dejándose caer en una ondulación constante para luego llegar al estridente solo de guitarra que, si oyes bien, son dos armonizadas que se van apoyando hasta su final unánime.

Una vez más, la voz y letra se acompañan. La melancolía y el desamor, dos aliados indiscutibles que dejan en evidencia lo desalentador que es estar junto a alguien, pero sin estar acompañado. ¿Es preferible estar solo que mal acompañado, o no? Esto siempre con la voz inconfundible de Dan Auerbach, que entrega melodías limpias, sin rasguños característicos de un rock de antaño, paseando por el desinterés y la decaída en su expresividad.
Esta era no sé para cuánto tendrá, pero de lo que está claro es que The Black Keys no olvida experiencias. Los acuña y los deja dentro de su catálogo de expresiones. Yo que tú, no solo escucho esta canción quemando, si no que el disco entero.
Paseo Atlántico

No vives de Reseñas se crea bajo el anhelo de compartir música, donde la invitación es a descubrir nuevos elementos sin un trasfondo más allá de lo que puede producir una obra musical. Deivid, Salvador y Paseo Atlántico son tres amigos en busca de nuevos sonidos, con gustos dispares, pero totalmente complementarios. Nuestro objetivo es generar una recomendación sencilla, de amigos, esa que se gesta en la cotidianidad de una conversación casual.