Cada 15 de agosto se celebra en Chile el día de la Asunción de la Virgen María, la madre de Jesús.
Maipú es epicentro de esta celebración, y la misa de 12 am en el Templo Votivo de Maipú es un evento de gran importancia para los católicos.
Nuestra comuna tiene una relación especial con la misteriosa figura de María.
A pesar de ser tan famosa, de María sabemos muy poco. Se sabe que fue importante en la crianza de Jesús y luego aparece en otros momentos junto a sus discípulos.
Pero sobre su vida es poco lo que se sabe. Tanto así que ni siquiera sabemos su apellido.
Se la conoce principalmente por sus advocaciones, que es la forma como cada pueblo y cultura se refiere.
La Virgen del Carmen es el nombre más conocido con el que se la conoce en Chile.
Fue a ella a quien Bernardo O’Higgins presentó la promesa de crear un santuario en su nombre si ganaban la Independencia de Chile.
Debido a eso, “la patrona” se ganó los títulos de de Jesús Reina y Madre de Chile, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Su imagen está tan arraigada en nuestra cultura que incluso hay una cancha de fútbol con su nombre en el sector de Cuatro Álamos en Maipú: la Patrona de Chile.
La devoción de La Virgen del Carmen llegó de la mano de los primeros conquistadores de Chile.

Todo comenzó con una pequeña ermita erigida en el poblado de La Tirana en honor a Nuestra Señora del Carmen. Se desconoce la fecha de su construcción, pero se sabe que fue fundada por el sacerdote mercedario Fray Antonio de Rondón.
La imagen de la Virgen del Carmen más antigua que existe en Chile data de 1642, y se encuentra en la Iglesia de San Agustín de Concepción.
Antes de salir desde Argentina, el 5 de enero de 1817, el General José de San Martín y el General Bernardo O´Higgins juraron fidelidad a la Virgen del Carmen como Patrona de su causa, junto a todos los oficiales y tropas del ejército.
Así, los patriotas, llenos de coraje e invocándole cruzaron Los Andes y en la Batalla de Chacabuco, lograron la victoria el 12 de febrero de 1817.
En el mismo sitio en donde se dé la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un santuario a la Virgen del Carmen, Patrona y Generala de los Ejércitos de Chile, y los cimientos serán colocados por los mismos magistrados que formulan este voto y en el mismo lugar de su misericordia, que será el de su gloria". (Archivo O´Higgins, Tomo X, pág. 380).
En la tradición católica, María dio a luz a Jesús “sin conocer hombre” a los 15 años. Es decir, fue la elegida por la divinidad para un milagro: el nacimiento de un ser humano sin mediar acto sexual.
Si bien, no hay prueba de que esto sea así, la virginidad de María es un punto central de la religión católica. Está relacionada con sus virtudes como mujer “pura”, pero, sobre todo, con el poder de Dios que hizo posible lo que en esa época era científicamente imposible.
Sin embargo, los avances de la medicina nos enseñan hoy que es posible fertilizar el óvulo de una mujer sin contacto sexual mediante la inseminación artificial. La explicación científica de esto es materia de largos debates y teorías.




Algunos algunos han especulado que María dio a luz a otros hijos, algo que la Iglesia Católica niega rotundamente. La idea se basa en varios en varios pasajes de la biblia que hablen de “los hermanos de Jesús”.
Incluso hay documentos que confirmarían que Jesús tuvo un hijo con María Magdalena, lo que de ser cierto, también le daría a María el título de abuela.
Para la Iglesia Católica estos documentos no son oficiales, y por lo tanto no los acepta como verdaderos. Sin embargo, muchas personas creen en estas teorías, incluso dando pie a películas como el Código Da Vinci, donde se cuenta parte de esta historia.
Pero la fe va más allá que la ciencia, y en los relatos bíblicos se mezclan la realidad y los mitos, sin que sepamos con claridad qué pasó realmente.




Una mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies
Uno de los hechos más impresionantes de la historia de María es el misterio de su muerte o “no muerte”.
Para la Iglesia Católica María no murió, sino que fue elevada por los cielos por el mismo Jesús.
La idea de que la Virgen María fue ascendida al cielo fue confirmado por por el Papa Pío XII en 1950. Antes de eso era una creencia extendida en el mundo católico, pero hasta esa fecha no era un dogma oficial.




Pero, ¿cómo llegaron a la conclusión que María voló por los cielos?
Según la fe católica María no “voló”, sino que alguien la “elevó”. Es la principal diferencia entre la “ascención” de Cristo y la “asunción” de la Virgen. Ascender significa flotar por el aire por cuenta propia. En el segundo caso, María es elevada por un poder divino.
Si bien estas ideas suenan muy extrañas hoy, son la base de la fe católica y de muchas otras religiones.
Estos milagros deben ser analizados sacándose los lentes racionales del presente.
Recordemos que la Biblia se comenzó a escribir hace miles de años atrás. Siglos antes incluso que los mapuches llegaran a lo que hoy conocemos como Chile.
Por lo tanto, son relatos muy antiguos donde los mitos y las leyendas se mezclaban con la realidad. De hecho, la figura de “una virgen que da a luz a un ser de luz” o “una virgen que se sacrifica” se repite en otras culturas como la egipcia, la hindú, e incluso la cultura mapuche.
Es el caso, por ejemplo, de la leyenda mapuche del volcán Osorno y el lago Llanquihue, donde una joven virgen sacrifica su vida para salvar a su pueblo de la furia de un volcán:
"Para llegar al cráter es necesario que sacrifiquéis a la virgen más hermosa de la tribu. Debéis arrancar el corazón y colocarlo en la punta del Pichi Juan, tapado con una rama de canelo. Veréis entonces que vendrá un pájaro desde el cielo, se comerá el corazón y después llevará la rama de canelo y elevando el vuelo la dejará caer en el cráter del Osorno”
Estas leyendas eran contadas de padre a hijo de manera oral, por lo tanto lo importante no eran los hechos, sino el significado de las historias.
Se usaban para explicar la creación de volcanes, ríos e incluso el universo, como también sucede en la historia del Génesis, cuando dios creó al mundo en siete días.
La Iglesia Católica basa sus creencias en dos fuentes de información, siendo la principal la Biblia, más específicamente el Nuevo Testamento, que son todos los libros relacionado con la vida y obras de Jesús de Nazareth.
Pero también la Iglesia cree en la tradición y los dogmas. Todo eso suma lo que hoy conocemos como fe católica o cristiana.
Por supuesto, los evangélicos (o protestantes) tienen una visión muy distinta sobre la figura de María, la madre de Jesús. Si bien creen en su existencia, no la consideran una mediadora con el Hijo de Dios.
Para los evangélicos es más importante la relación directa con Cristo, sin intermediarios, como podrían ser los santos o la misma Virgen María.
Conclusiones sobre la asunción de María y sus apariciones
Para las mentes más científicas, resulta difícil creer que alguien pueda volar por los aires. Para los más esotéricos, se podría tratar de un acto mágico o incluso de la intervención de seres fuera de este mundo.
Pero para la ciencia la respuesta es clara: nadie puede volar por los aires, porque va en contra de las leyes de la gravedad.
Pero las leyes de la fe son distintas y se entrelazan con la historia.
Tan fuerte es la convicción de la fe, que incluso para los católicos la Virgen María no solo subió a los cielos, sino que “baja a la tierra” cada cierto tiempo.
Se trata de apariciones milagrosas donde se muestra para dejar misteriosos mensajes.
La más famosa “aparición de la virgen” ocurrió en el pueblo de Lourdes en Francia entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, dejando el siguiente mensaje a Bernadette Soubirous, una adolescente pobre y analfabeta de catorce años de edad:
1. Invitación a la penitencia y a la oración por los pecadores (21 de febrero). 2. Invitación a vivir una pobreza más evangélica. 3. Solicitud de que se hicieran procesiones a la gruta y le fuera erigida allí una capilla (2 de marzo).
Otro caso más misterioso es de la Virgen de Fátima, donde María se habría aparecido repetidas veces a tres niños pastores en Portugal, poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Esa vez la virgen habría revelado importantes secretos, que se mantuvieron por años en secretos en El Vaticano.
Está también el caso de la Virgen de Guadalupe en México, quien se apareció al indio Diego.
Un caso menos conocido ocurrió en Chile en el pequeño pueblo de Reumén, donde cientos de habitantes de este pequeño pueblo aseguran haber visto la imagen de la virgen flotando en el cielo el año 1990.




Estas apariciones son el origen de la tradición en muchos hogares de mantener una “grutita” de la virgen en sus casas o lugares públicos.




Para los más escépticos estas “apariciones” son simplemente fruto de la imaginación, un sueño colectivo o, incluso, un delirio.
Sea lo que sea, la Asunción de la Virgen es una tradición religiosa tan chilena como la fiesta de Cuasimodo, la procesión de la Virgen de Lo Vásquez, de Andacollo, las diabladas o San Sebastián en Jumbel.
Sobre todo, los creyentes buscan un significado espiritual de estas fiestas, y lo que María representa para su fe, que siempre viene de la mano con un mensaje de amor maternal, protector y también de ayuda, por su cercanía con Jesús.
Para un católico la Asunción de la Virgen significa la conexión inseparable que existe entre una madre y su hijo: tanto amó Jesús a su madre que no puedo resistir la tentación de llevársela con ella.
Sea donde sea que estén (o no estén), la fiesta la Asunción de la Virgen es parte de nuestra cultura e,
Incluso para los ateos, la Asunción de la Virgen es un día feriado que pueden dedicar al ocio, viajar o una buena lectura.
Un día descanso, cortesía de la Patrona para las familias y trabajadores de Chile, que en su día muchos agradecemos.
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